Florentino García, galardonado con el Premio a los Valores de la Trashumancia 2010 por parte de la asociación agraria UPA

El piornero Florentino García recibió el pasado mes de abril de 2010, a sus 72 años de edad, el Premio a los Valores de la Trashumancia, un galardón que otorga la asocación agraria UPA (Unión de Pequeños Agricultores) y que recibe después de 56 años de plena dedicación a esta tradición en vías de desaparición. El reconocimiento ha tenido una gran trascendencia en todos los medios de comunicación locales y regionales y por ello, en este post, vamos a hacer un pequeño dossier con dos de los medios que se han hecho eco de la noticia. En primer lugar Radio Televisión Castilla y León (RTVCyL), cuya noticia podemos ver sobre esta líneas y que venía acompañado de este texto, que también fue difundido de forma similar por Diario de Ávila:

56 AÑOS DEDICADO A LA TRASHUMANCIA GANADERA

Juanma García / RTVCYL

Tiene 72 años, vive en el municipio abulense de Navadijos y toda su vida ha sido ganadero trashumante. Ahora llega el momento de que todo ese trabajo se vea recompensado. En pocos días, Florentino García recogerá el primer premio a los valores de la trashumancia que concede la organización agraria UPA.

Desde los 16 años, Florentino García ha practicado la trashumancia desde este rincón de la sierra de Gredos hasta Extremadura. Sacrificio y horas de duro esfuerzo han marcado la vida de este ganadero ya jubilado.
Su ganado siempre ha sido su vida y ahora sus hijos son quienes han cogido el relevo de esta tradición centenaria. Una práctica ganadera que es una forma de vida para muchas familias que siguen apostando por el trabajo en el campo. Una labor como la de Florentino García que ahora se ve recompensada con el premio a los valores de la trashumancia. Emoción y responsabilidad es lo que siente ante este premio.
Ganaderos como él tienen un mensaje en común: que la trashumancia no desaparezca.


La otra referencia periodística que vamos a hacer será la de la entrevista que se ha incluído en la revista "La Tierra", editada por la misma organización UPA. Aquí la tenéis al completo:

"ME GUSTA QUE MIS HIJOS SIGAN CON LA TRADICIÓN DE LA TRASHUMANCIA; ES NUESTRA VIDA"

Florentino García Jiménez es un ganadero abulense que ha dedicado toda su vida a la trashumancia. Vecino de la pequeña localidad de Navadijos, en la vertiente norte de la sierra de Gredos, con 72 años y con 56 trashumando con sus reses a tierras de la vecina Extremadura, apunta que desde entonces ha pasado "de ganadero, a casi amo de casa", recordando cómo la ganadería ha sido una cuestión familiar. "Abuelos, padres, hijos... toda la vida hemos estado peleando con el ganado". Una labor que UPA reconoció con un premio y un homenaje a Florentino García en la IV Jornada Nacional sobre la Trashumancia, que se celebro el pasado 13 de abril en el Parador Nacional de Turismo de Gredos. 

¿Cómo ve la actividad trashumante ahora desde la barrera? 

En este momento mi obligación es la familia, aunque la trashumancia la siento muy de cerca porque mis tres hijos han seguido mi estela y continúan haciendo la trashumancia a pie. Es un honor que sean parte de los cerca de 500 abulenses que aún realizan esta actividad. Entre los 20 y los 65 años me dediqué en cuerpo y alma al ganado. Salía por la Pura –Inmaculada Concepción– en dirección a las fincas extremeñas, a las que llegaba después de unas dos semanas caminando una media de 20 kilómetros diarios. Si el destino era la provincia de Badajoz, el recorrido se aproximaba a los 400 kilómetros. Y casi siempre andando. El regreso a los agostaderos de Gredos se realizaba en junio, para San Juan. 

¿La trashumancia, siempre a pie? 

Pese a la dureza, yo siempre he defendido la trashumancia a pie porque el ganado sufre menos y si hay comida por el camino, las reses van comiendo y no padecen los inconvenientes de los camiones. 

¿Qué piensa de los problemas de los ganaderos trashumantes sobre los pastos y el saneamiento? 

Es muy serio. Yo no diría tanto los pastos, porque los hay, ya sean caros o baratos. El gran problema es el del saneamiento. Como tengas algún animal tocado, estás perdido. Antes se vacunaban las novillas de 3 a 6 meses de la gripe y contra los abortos y no se complicaba tanto la labor del ganadero. Ahora todo son trabas y papeleos.

¿Y de los problemas con la “lengua azul”? 

Nos da miedo el tema. Somos muchos los ganaderos que hemos tenido problemas con la cabaña, porque ha habido abortos, los animales no se quedan preñados y los que salen adelante no tienen buena venta. Si es cierto, como dicen, que no tiene nada que ver la vacuna que nos digan por qué ocurren estos problemas que antes no teníamos con tanta frecuencia. 

¿El futuro pinta tan negro como apunta la mayor parte del sector ganadero? 

La situación cada vez es peor. No te dejan vender los animales cuando más podrían valer para el ganadero debido a la normativa de la PAC. Antes venías de abajo (Extremadura) y te quitabas el ganado por Santiago. Ahora ya es imposible. Te imponen hasta la fecha de retirada del ganado. Por otro lado, yo veo bien la obligación de vacunar porque toda la vida se ha hecho, pero dando facilidades, sin que te supongan gastos ni incordios.

 Y además tenemos el problema de la entrada de producto foráneo como si fuera nacional… 

¡Menudo problema! Nos están metiendo carne de Francia, he visto la denuncia que habéis hecho desde UPA con las patatas que son francesas y que las venden como españolas, también la leche… ¡No entiendo como permiten eso! No es normal que ahora se estén vendiendo los terneros a 80.000/90.000 pesetas, cuando ya hace 20 años yo los vendía al mismo precio. Así es imposible mantenerse, cuando el precio del pienso se ha duplicado o triplicado. A los jóvenes tampoco se lo ponen fácil con los cupos, así que la cosa no pinta nada bien. 

¿Qué has sentido tras la concesión del premio por parte de UPA a los Valores de la Trashumancia? 

Ha sido muy emocionante…, televisión, radio, periódicos… En realidad el premio para mí tiene valor en la medida de si puedo echar una mano a los ganaderos. Agradezco a UPA que se hayan acordado de mí, y si puedo ayudar por mi experiencia, pues bienvenido sea.