jueves, 19 de febrero de 2015

Navadijos protagoniza una muestra fotográfica internacional sobre la trashumancia en Madrid




















La exposición fotográfica ‘En Movimiento’ (On the Move) ha desembarcado hasta el próximo 15 de marzo procedente del Líbano en el Real Jardín Botánico de Madrid, una muestra que pretende poner en valor la práctica de la trashumancia y en la que la provincia abulense tiene mucho que decir, ya que una buena parte del material que se puede ver refleja la vida trashumante de la ganadería de los hermanos García Santana, desde Navadijos, en la Sierra de Gredos, hasta tierras extremeñas.

La muestra que acoge el pabellón Villanueva del Real Jardín Botánico de Madrid, se divide en dos partes, una que se compone de las sesenta instantáneas, fruto del trabajo de media docena de prominentes fotógrafos profesionales de Grecia, Líbano, Marruecos, Túnez, Turquía y España; y otra segunda que incluye dos colecciones más, dos perspectivas sobre la trashumancia y el pastoreo, donde las vacas avileñas de Navadijos cobran todo el protagonismo.

En el caso de la colección principal, la que compone ‘En Movimiento’, la representante española es la vasca Gema Arrugaeta, que incluye aquí un buen número de fotografías de los trashumantes piorneros que realizó mientras los acompañaba en su camino a pie por tierras abulenses y extremeñas, lo que también hace en una de las otras dos muestras, ‘Humana Naturaleza’, que también lleva su firma, y que se acompaña de otra buena colección de imágenes en blanco y negro al más puro estilo americano de los trashumantes de Navadijos, en ‘Vaqueros’ (Cowboys), de Raúl Moreno, que ya pudo verse hace unos meses en el Torreón de los Guzmanes de la capital abulense.


















A la inauguración oficial de la muestra, aparte del alcalde de Navadijos, Miguel Ángel García Santana, destacado trashumante protagonista de las colecciones fotográficas, acudieron otras autoridades abulenses, como es el caso del presidente de la Diputación Provincial, Agustín González, el Subdelegado del Gobierno, José Luis Rivas, el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila, Juan Manuel Llenderrozas, el alcalde de Piedrahita, Federico Martin, y la alcaldesa de Santo Tomé de Zabarcos, María del Sol Montalvo.

La presentación, a la que acudieron numerosos trashumantes que durante años han acompañado a los hermanos García Santana desde muchos puntos de la geografía española, sirvió para reivindicar esta práctica, para exigir una ley específica y subvenciones estatales y europeas, y para buscar el cuidado de las vías pecuarias y de todo los relativo a la trashumancia como una solución económica y medioambiental.


















La exposición está enmarcada dentro del proyecto Mediterranean Consortium, que tiene como objetivo la conservación de los recursos naturales a través de la revitalización de las prácticas culturales, como es el caso de la trashumancia, se completa con fotografías de Wassim Ghozlani (Túnez), Younes Tazi (Marruecos), Assad Saleh (Líbano), Baris Koca (Turquía) y Stamos Abatis (Grecia), y tras  su paso por España, y ya anteriormente por París, Ginebra y Líbano, tomará rumbo, primero a Estambul, y después a Atenas, a la espera de más posibles destinos donde ir.


A continuación, podemos ver algunas de las fotografías expuestas en la muestra internacional por Raúl Moreno sobre la trashumancia de Navadijos...






























































 



Publicado por Antonio S. Sánchez en Tribuna de Ávila 

Navadijos se viste de azul y plata con sus nuevos símbolos heráldicos



Navadijos ha presentado su escudo heráldico y su bandera, con la presencia del presidente de la Diputación Provincial de Ávila, Agustín González, y el subdelegado del Gobierno, José Luis Rivas, en un día festivo para los vecinos en el que además se ha presentado el nuevo alumbrado público del municipio, que ha pasado a utilizar la tecnología LED tras una inversión de más de 21.000 euros.

En el acto de presentación de los nuevos símbolos heráldicos de la localidad, Eduardo Duque, encargado de su realización, ha hecho una pormenorizada explicación de su diseño, que se divide en dos partes bien diferenciadas. El primer cuartel, el superior, representa “la pertenencia al antiguo señorío de Valdecorneja con las armas del linaje de los Álvarez de Toledo, con un jaquelado de azul y plata”; mientras que el segundo, representa el agua, “uno de los principales recursos que tiene el término municipal de Navadijos” y al que “la Corporación Municipal siempre hizo referencia”. En él aparece una fuente de la que mana agua y que está inspirada en la fuente que se encuentra junto a la plaza del pueblo, indicó.

Además, se incluye una corona “al tratarse de un escudo constitucional que pertenece a una ayuntamiento constitucional”, y, en cuanto a la bandera, “los colores siguen la Ley 105/1991 de la Junta, que dice que si no utilizamos el color púrpura o el bermellón en la bandera utilicemos los colores que hemos puesto en el escudo, como es en este caso, el azul y el plata, dividiéndola en dos partes iguales”.

Duque hizo además un interesante repaso por la historia de Navadijos desde sus orígenes hasta el siglo XIX, con lazos que les unen “primero con los infantes De La Cerda, y, posteriormente, con la familia de los Álvarez de Toledo”, siempre dentro del conocido señorío de Valdecorneja. Además, hizo un llamamiento a los vecinos a recuperar las tradiciones y las cofradías, como la del Santísimo, que existía tiempo atrás, porque “son fuentes de información importantísimas, donde se guardan las tradiciones”, e invitó a recuperar las fiestas que hoy ya no existen y que fueron antaño de gran importancia allí como la del Santísimo Sacramento, en la que se hacía una procesión con luminarias hasta Garganta del Villar, la Virgen del Rosario y las Ánimas, algo que “sería muy importante para fomentar el turismo en el pueblo”.

Duque, finalmente, explicó que a la hora de hacer estos escudos y banderas realiza dos informes, uno que se queda en el Ayuntamiento al servicio del pueblo con todas las fuentes documentales encontradas, y otro negativo diciendo que el pueblo no tiene escudo y hay que hacer uno nuevo, descartando el diseño, en este caso, desde el original del señorío de Valdecorneja.

Por su parte, en su breve intervención sobre el balcón del Ayuntamiento, Agustín González destacó la importancia del escudo y la bandera como un “símbolo y orgullo para cualquier pueblo”, y algo con lo que “poder ser reconocidos fuera de él”, y destacó el poder ser testigo de esta presentación, en el que ya ha estado en innumerables ocasiones, “y que refleja también su identidad viendo su arquitectura y sus impresionantes portalones”. Mientras, José Luis Rivas, apuntó que “tener por fin estos símbolos heráldicos es como llegar a la mayoría de edad”, porque, no tenerlos “es como si faltara algo”, por ello destacó que “hoy es un día de fiesta y celebración del que todos los vecinos deben sentirse orgullosos”.

En el acto han estado también presentes los alcaldes de algunos de los pueblos vecinos, como es el caso de Juan Miguel Blanco, de San Martín de la Vega del Alberche; Javier García, de Cepeda La Mora; José Santana, de Garganta del Villar; y José Manuel Garabato, de Navarredonda de Gredos.

"Piornos de Navadijos"



En las estribaciones de Serrota, una de las alturas laterales de la Sierra de Gredos, y a trasmano de las carretera provinciales más transitadas, Navadijos es un pueblo serrano, a menos de media hora de la capital de la provincia. Todo en él es sencillo


No tiene un casco monumental vistoso ni más monumentos que la iglesia parroquial, un edificio en piedra, con cubierta a dos aguas, torre campanario adosada y un pequeño pórtico lateral que sirve para combatir los rigores del clima, ya que por su altitud respecto al nivel del mar, el clima continental extrema sus temperaturas en invierno y llena de frescor los meses veraniegos.

Como las localidades que lo rodean, Navadijos ha sufrido un severo proceso de despoblamiento que deja a sus calles en silencio la mayor parte del año. Se cerró el grupo escolar y durante la jornada lectiva no se ven niños por sus calles. Alrededor del núcleo urbano una tupida mancha de piornos, fincas de pastos, casi siempre cercadas de piedras, y algunos huertos familiares, poblados de manzanos y ciruelos, que sobreviven a las repoblaciones de pinares impulsadas por la administración.

Comencé a visitar Navadijos, en los años setenta, cuando toda España esperaba con ilusión y optimismo un tiempo nuevo que la historia llamaría Transición. Todavía la localidad vivía de una agricultura familiar y de una ganadería recluida en viejos cobertizos que poco a poco se irían transformando en naves bien acondicionadas. Desde entonces son muchos los fines de semana y los veranos que he disfrutado de sus cielos despejados, de sus paisajes serranos, de la gélida transparencia de sus corrientes de agua y del manso silencio de sus piornos. Por eso invito al viaje desde aquí para que, en un tiempo de prisas y de redes digitales, volvamos a sentir el rumor de esas voces inaudibles que se cobijan entre sus cerros, el rescate de sabores olvidados recolectando moras silvestres.


Después, el alojamiento en alguna de sus dos casas rurales y al atardecer el paseo sosegado por calles que siempre sorprenden con un detalle insólito: una reja, un techado voladizo, un muro de sillares, un pilón con caños de agua fresca y un tiempo de sosiego para olvidar relojes y calendarios.



Artículo completo de José Luis Morante sobre Navadijos, publicado en Tribuna de Ávila.